Puede parecer sencillo… ¡y lo es!

Sólo tienes que seguir estos consejos, ¡atento!

1. La vida útil de un cepillo de dientes es de 2-3 meses, pero si a los pocos días o semanas lo notas despeluchado y con las cerdas abiertas, probablemente estés cepillándote los dientes de forma demasiado enérgica o frecuente.
2. Evita el cepillado agresivo: si aprietas demasiado el cepillo contra los dientes o encías, si frotas enérgicamente de forma horizontal o si te cepillas con una frecuencia excesiva, con el tiempo podrás enfrentarte a dos problemas: Daños en el esmalte y Recesión de las encías.
3. Barrer y no frotar: el cepillo de dientes debe barrer las bacterias. Por tanto, el primer paso es cambiar nuestra mentalidad y usar el cepillo más como una escoba que como una fregona.
4. Usa cepillo eléctrico con aviso de presión. emitirá una señal sonora o incluso se detendrá automáticamente en cuanto detecte que estás ejerciendo más presión de la debida.
5. Evita los dentífricos abrasivos. Las pastas de dientes abrasivas, como las blanqueantes, pueden agravar un cepillado agresivo.
6. Elige bien el momento del cepillado. Después de cualquier comida, el pH de nuestra boca disminuye y el esmalte se desmineraliza. Todo ello hace que nuestros dientes estén más indefensos frente a un cepillado agresivo. Por ello, es importante que, tras las comidas, esperemos al menos media hora antes de cepillarnos.

Y recuerda… ¡la mejor manera de prevenir es cepillar!

Si tienes dudas sobre cómo cepillarte correctamente, ven a nuestros centros: te enseñaremos de manera rápida y fácil. ¡Fuera dudas!