Masticar correctamente
“Hijo, mastica bien….”
Una de las frases más repetidas por los padres y madres a lo largo de la historia… ¿qué tiene de cierto este consejo? Hoy lo descubrimos en nuestro nuevo post.
Cómo masticamos afecta directamente a la salud de nuestros dientes y encías
El proceso de alimentación comienza al masticar los alimentos en nuestra boca; un primer paso que debemos dar correctamente o, de lo contrario, no sólo podría afectar a la digestión, sino también a la salud de nuestra boca.
Triturar bien la comida, dedicándole unos 30 segundos, ayuda a que nuestro cuerpo absorba correctamente en el intestino todos los nutrientes necesarios, pero, además, ayuda a cuidar la salud de nuestros dientes y encías, y todo gracias a un fluido fundamental en nuestro día a día: la saliva.
¿Qué ocurre si no masticamos bien?
Masticar correctamente los alimentos nos permite generar saliva, y a su vez, ésta produce ptialina, una enzima que ayuda a descomponer los hidratos de carbono y a eliminar bacterias que pueda contener la comida. Si no troceamos la comida con los dientes, no produciremos suficiente saliva, por lo que enviaremos directamente los alimentos al aparato digestivo. Por lo tanto, otros órganos tendrán que hacerse cargo de la descomposición de éstos.
Podríamos también sufrir desequilibrios de los niveles de acidez que hay en el estómago, lo que se traduce en reflujos, acidez estomacal y gastritis.
Por otro lado, al no producir tanta saliva, no estaremos saboreando los alimentos, ya que esta cumple una función importante a la hora de detectar los sabores y disfrutar de cada bocado.
Masticar bien protege nuestra boca frente a enfermedades
Al producir saliva conseguimos que los restos de alimentos y microorganismos no se adhieran tan fácilmente a los dientes, por lo que la placa bacteriana lo tendrá más complicado para hacer de las suyas.
Por otro lado, la masticación estimula la producción de células inmunes que están especializas en combatir las bacterias y hongos que entran en la boca y las encías, por lo que nos ayuda a mantenerla fuera de peligro.
¿Y si masticamos más de lo necesario?
Al igual que masticar poco los alimentos puede traernos problemas, masticarlos demasiado, también. Por una parte, podría sobrecargar y dañar los músculos maseteros, además de terminar erosionando nuestros dientes a largo plazo; y, por otra, sobre estimular los linfocitos Th17, que en exceso pueden provocar la aparición y desarrollo de la enfermedad de las encías (periodontitis).
Ya lo has visto… tómate tu tiempo, disfruta a cada bocado y haz que el comer sea saludable de principio a fin.
Si tienes dudas al respecto o sospechas que alguna cosa estás haciendo mal… ¡consúltanos!