Ocho cosas que hay que saber sobre las carillas dentales
Una sonrisa de cine… ¡sí es posible!
Posiblemente en alguna ocasión te hayas preguntado cómo pueden las ‘celebrities’ lucir sonrisas tan blancas y perfectas. El secreto, en muchos casos, está en las carillas dentales. Se trata de una prótesis de porcelana que va adherida de manera fija a la zona anterior de cada diente para modificar y reparar el color, el posicionamiento de la pieza y corregir fracturas u otros aspectos estéticos.
Si en alguna ocasión has pensado colocarte carillas dentales, debes tener en cuenta algunas cosas antes de pasar por la experiencia de este tratamiento:
1. Elegir un odontólogo con experiencia
Este tipo de tratamiento estético es realmente delicado, de forma que siempre hay que asegurarse la experiencia del profesional que llevará a cabo todo el proceso de restauración estética dental. Cuando vayas a un centro dental solicita siempre referencias del antes y el después de los trabajos realizados con anterioridad, al menos durante los diez últimos años.
2. No son imprescindibles: son una opción
Cuando a una persona no le satisface el aspecto de su sonrisa, el dentista se tiene que comprometer con los deseos del paciente y proponer la mejor opción médica que no siempre serán las carillas. Por ejemplo, algunos pacientes no quieren utilizar ortodoncia a pesar de tener los dientes desalineados, o bien a otros los desagrada su color y prefieren un blanqueamiento; y, en otros casos, son bruxómanos aprietan los dientes o tienen los dientes delanteros fragmentados, o carillas o fundas gruesas que no les favorecen o se les ve un halo negro producido por el metal que llevaban las antiguas fundas. Obtener información sobre las carillas dentales antes de optar por este tratamiento es vital para asegurar cuál es la mejor opción que te puede ofrecer tu odontólogo.
3. Personalizar la sonrisa
La clave para conseguir que una persona tenga una sonrisa bonita es elegir la fórmula que más armonice con el conjunto de la cara e incluso la constitución corporal. Intentar parecerse al sonreír de algún famoso no es la mejor idea porque lo que funciona por una cara no tiene por qué funcionar en otra.
4. Las imperfecciones son igual a perfecciones
El proceso de ‘transformación’ con las carillas tiene que ser esmerado. La perfección de los dientes también implicará mantener la personalidad de la sonrisa. El objetivo es que otras personas tengan la sensación de que algo ha cambiado, pero sin poder decir qué es, es decir, naturalidad.
5. Revestimiento parcial o total
Dependiendo de cada necesidad o presupuesto, se puede optar por revestir una o varias piezas, o el conjunto total. Hay personas que, por ejemplo, desean hacer todos los dientes de la parte superior y, finalmente, para mantener su sonrisa equilibrada, solo se realizan cuatro carillas que se ajustan perfectamente con el resto de piezas. Se trata de encajarlos como si fuera un rompecabezas y sin que nada se note.
6. El color: una labor compleja
La gran mayoría de las personas quieren que sus dientes sean lo más blancos posibles, pero a la vez naturales. La clave está en hacer que una sonrisa sea blanca, sin que los dientes parezcan monocromáticas, opacas ni falsas. Para encontrar el tono de color ideal, se examina el tono de la piel y, de este modo, se personaliza la sonrisa. Y este es el mensaje que se transmite al equipo de técnicos de laboratorio ceramistas.
7. Versiones temporales: la sonrisa de prueba
Para asegurar que el resultado tenga el éxito deseado para el paciente, se realizan simulaciones provisionales con el propósito que el paciente vaya viendo cual será la anatomía de sus caretas. Se trata de una prueba diagnóstica más, que ayuda a los especialistas a conocer los gustos del paciente. Previamente se realiza un diseño digital de la sonrisa mediante fotografías para se pueda tomar la decisión final. Estas provisionales no serán tan brillantes ni tan finas como las carillas de porcelana y solo se llevarán por un tiempo determinado hasta el acabado de la fabricación de las definitivas, salvo que el paciente sea candidato a llevar carillas sin cortado.
8. El proceso de la reconstrucción
Una vez aceptado el plan de tratamiento y decidido el número total de piezas, se toman moldes, radiografías y fotografías. Varios minutos antes de que empiece el proceso se insensibiliza la zona con anestesia local. El siguiente paso es la colocación de la carilla a cada diente mediante cimentación adhesiva fijada con una pequeña luz led ultravioleta para sellar firmemente.
Ahora ya tienes más información sobre todo lo que rodea el mundo de las carillas. Tan solo queda dar el paso. Visítanos y te asesoraremos. Una sonrisa de cine, tu sonrisa, ¡ahora más fácil que nunca!