Prótesis flexible

La pérdida de piezas dentales es más que un problema estético. Comporta un déficit en la eficacia al masticar, con consecuencias funcionales y orgánicas. Muchas enfermedades del tubo digestivo requieren una masticación correcta: es por ello que los médicos aconsejan reponer las piezas dentales perdidas. Dicha pérdida puede conllevar la separación de las piezas entre sí, lo que implica más retención de alimentos, más formación de placa y más posibilidad de caries y enfermedad periodontal. También pueden surgir otras consecuencias a largo término, como trastornos en la articulación temporomandibular.

La solución: las prótesis flexibles.
Las prótesis dentales son aparatos de suplen las piezas dentales perdidas para poder restablecer la función al masticar. También contribuyen a mejorar la estética del paciente.

Desde siempre se han clasificado las prótesis en fijas y flexibles: las fijas quedan sujetas de manera permanente a la boca del paciente y las flexibles pueden ser puestas y quitadas por el mismo paciente sin problema.

Las prótesis dentales flexibles están fabricadas con material biocompatible de nilón. Proporcionan una comodidad y una ligereza exclusivas. De esta manera se eliminan los ganchos metálicos y no se hace ningún tipo de fuerza sobre los otros dientes. Son prótesis muy estéticas y confortables porque son finas. Son hipoalergénicas y retrasan el desgaste del hueso, ya que amortizan las presiones que se transmiten al masticar.

Prótesis flexible

Resumiendo las ventajas:

  • Gran adaptación a la boca.
  • Irrompibles.
  • Muy ligeras.
  • De estética y función ideales.
  • Gran flexibilidad y amortización.

No se justifica seguir sufriendo con una dentadura postiza fija que se mueve y produce roce, ni con prótesis con ganchos que perjudican las piezas dentales que aún quedan en la boca.
Estas dentaduras, que son una gran novedad en Europa, en Estados Unidos se utilizan desde los años 60, aunque el material de nilón se ha perfeccionado desde los años 90.