¡Tener todas las piezas dentales sí es importante!
Me falta un diente… no pasa nada. Puedo masticar y hablar con normalidad. Además, casi ni se ve…
¡Gran error!
Ignorar la reposición de un diente perdido puede tener consecuencias serias para tu salud bucal y general.
Si pierdes un diente, es importante que lo sustituyas lo antes posible, para evitar padecer alguna de estas consecuencias:
- Maloclusión y desequilibrios en la mordida: La ausencia de un diente puede causar que los dientes vecinos se muevan y se desalineen, lo que puede generar problemas.
- Problemas en la articulación temporomandibular (ATM): La falta de alineación dental causada por un diente perdido puede generar tensión y desajustes en la ATM, ocasionando molestias, dolor y dificultad al abrir y cerrar la boca.
- Desgaste dental: La falta de un diente puede ejercer presión adicional sobre los dientes vecinos, lo que puede provocar un desgaste prematuro y desequilibrios en la mordida.
- Aparición de caries y enfermedades periodontales: Los espacios vacíos entre los dientes son propensos a acumular restos de comida y placa bacteriana, lo que aumenta el riesgo de desarrollar caries y enfermedades de las encías.
- Impacto en la autoestima y la confianza: La pérdida de un diente puede afectar nuestra apariencia estética, generando inseguridad y disminuyendo nuestra autoestima en las interacciones sociales y laborales.
Si has perdido un diente, existen diversas soluciones: implante dental, prótesis dental, dentadura parcial o completa…
Elegir una u otra opción depende de las particularidades de cada paciente y del caso concreto que presente.
Por ello, recomendamos acudir al dentista lo antes posible para que sea un especialista quien determine cuál es la mejor opción para ti.
Confía en nuestro equipo. En nuestros centros dentales, estudiamos cada caso con mimo y aportamos la mejor solución en cada caso. ¡Consúltanos!